El episodio sucedió en enero de 2017 e involucró a un alto jefe policial. Fuerzas federales llevaron adelante la investigación que terminó en el domicilio particular de un miembro de la cúpula y salpicaba a funcionarios de la secretaría de seguridad.
Pero la posibilidad de un escándalo mayúsculo resultó en un pedido expreso del gobierno de Rosana Bertone, a través de su secretario de seguridad, Javier Eposto, de frenar toda investigación.
Hacia fines del año 2017, más precisamente el 30 de enero de ese año gendarmería nacional realizó un allanamiento en el depósito de la firma de transporte Cruz del Sur en Río Grande, donde incautaron más de 40 kilos de marihuana, escondidos en una carga.
La investigación federal derivó en un procedimiento en la casa del subjefe de la policía donde detuvieron al hijo del comisario, además incautaron una planta de marihuana y un invernadero portátil artesanal.
Jamás hubo un comunicado o palabra oficial sobre el grave caso por parte de la secretaría de seguridad, ya que involucraba a sus funcionarios directamente, y hasta alcanzaba a privados en la libertad aún en la penitenciaría, donde se incautaron celulares.
Jamás se supo que pasó con esa droga incautada.
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