La relación de dependencia política que surge del condicionamiento económico al cual somete la gobernadora Rosana Bertone al intendente de Ushuaia Walter Vuoto es insólito.
A fuerza de látigo y chequera Bertone logro dominar a un camporista que se le presentaba esquivo allá por el 2016 y que comenzaba a estrechar relaciones con el intendente de Rio Grande Gustavo Melella.
Con un municipio totalmente dependiente de los fondos provinciales, Vuoto se sometió por completo a Bertone y hoy es un empleado mas entre todos los funcionarios que le rinden pleitesía todos los días a la gobernadora como si fuera la reina de la provincia.
Bertone logro presionar a Vuoto con la candidatura de Juan Carlos Arcando para poder cerrar una fecha conjunta de elecciones.
Bertone hace gala de su capacidad de condicionamiento a los distintos actores políticos que no se quieran alinear a su “unidad” que al parecer al día de hoy seria solo un rejunte condicionado de políticos fueguinos a los que no les queda otra opción que estar con ella por los fondos frescos que ello significa.
Los seguro es que conocidas las encuestas nacionales y provinciales Bertone no quiere perder sola y arrastra a cuanto dirigente puede a un derrota total y absoluta en toda la provincia.
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