Soledad Torres tiene 32 años y es de Río Cuarto. Contó a RETRUCO cómo hace un año atrás sufrió violencia por parte de Ramón Calderón, candidato a legislador por Tierra del Fuego. El hecho dejó secuelas en ella, tanto físicas como psicológicas. Además, por esta misma razón, Soledad está desempleada. Hoy busca justicia.
Por Dafne Acevedo Giménez
El político y sindicalista Ramón “Moncho” Calderón está imputado judicialmente por “lesiones graves calificadas, privación ilegítima de la libertad personal calificada, y reiterada desobediencia a la autoridad”. Soledad Torres, víctima y denunciante del hecho, expresó que “con los cargos que tiene él debería estar preso, no haciendo campaña política”. Calderón es candidato a legislador en la provincia de Tierra del Fuego, para las próximas elecciones del 16 de junio, en las cuales acompaña en la Lista 165-Partido Verde, a la actual gobernadora Rosana Andrea Bertone. Además, es secretario general de UTHGRA (Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos) de la seccional Tierra de Fuego en Ushuaia, y ocupa un cargo en la Comisión Ejecutiva Nacional junto a Luis Barrionuevo en ese mismo gremio. “Moncho” está donde la justicia no suele llegar.
Se conocieron en el 2016, por capacitaciones y encuentros nacionales que realiza UTHGRA. Soledad y Ramón se encontraron en Buenos Aires y a mediados del 2017 comenzaron un noviazgo. “Toda la relación con él fueron mentiras y manipulación”, dijo Soledad, supo que Ramón tenía familia en Tierra del Fuego, Ushuaia, pero le había asegurado que iba a separarse de su esposa para estar con ella. Así, fue como Soledad dejó su trabajo de más de 10 años de antigüedad en UTHGRA, seccional Río Cuarto, y apostó por esa relación insana.
El testimonio de Soledad acá:
El primer acto de violencia física ocurrió en abril del 2018 en la ciudad de Salta, “tuvo intervención la policía, pero en ese momento no quise y no pude denunciar. Con el episodio que pasó después -julio del 2018- que fue mucho más grave no podía dejar de denunciarlo, por más que tuviera miedo por el cargo que él ocupa y por cuestiones políticas. No podía no denunciar ese hecho”, contó Soledad. Por la denuncia y la imputación, Calderón recibió una orden de restricción, pero no hizo caso al pedido de la Justicia y Soledad lo denunció cinco veces por este motivo.
Cuando Soledad se presentó ante la justicia se comunicó con Luis Barrionevo de UTHGRA, y con los directivos en la ciudad de Río Cuarto para hacerles saber la situación judicial de Calderón, “ellos están en conocimiento de la situación, pero no tuve ninguna respuesta , ningún llamado, ni mensaje, nada”.
Soledad destaca el acompañamiento de su familia y sus amigos en este proceso, aseguró que sin ellos no habría podido denunciar la situación. Pero en la actualidad, necesita apoyo y contención por parte de la justicia y del Estado. “A pesar de que he hecho todo lo que correspondía por ley, no sé si sirve porque me siento totalmente desamparada de todas partes: cero apoyo de todas las instituciones, de organismos, no tengo ningún tipo de contención, no tengo tratamiento psicológico, nada”, aseguró y agregó: “Es muy difícil denunciar, porque uno queda sola, pero hay que hacerlo, siempre hay que hacerlo, porque no puede ser que este tipo de personas vayan por la vida como si nada, como si no hubiesen hecho daño, y siguen trabajando y postulándose para un cargo político. No puede ser, no puede ser”.
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